© Neli Martín. Der. Res.
OODINIUM ¿QUÉ ES?
Esta enfermedad es causada generalmente por el protozoo llamado Oodinium pillularis aunque puede ser causado por otros oodiniums. Estos protozoos tienen una fase parasitaria, durante la cual se fija a la piel o aletas de los peces, o incluso a sus branquias.
Se fija al epitelio mediante un citostoma, una especie de raíces donde encuentra su alimento pues se alimenta de materia orgánica viva. Posteriormente pasa a una fase de enquistamiento en la cual se producen unas divisiones internas, de 32 a 256 divisiones dependiendo del protozoo concreto, en esta fase de enquistamiento segrega unas encimas que dañan los tejidos, lo que hace que aparezcan los característicos nódulos blancos. Las dinosporas que se desprenden del quiste empiezan la natación libre, pudiendo aguantar 36 horas sin encontrar otro huésped ya que no tienen cloroplastos por lo que si no tienen de que alimentarse mueren. Esto no quiere decir que el acuario esté limpio pasado este tiempo ya que puede estar latente y volver la enfermedad en momentos de debilidad de los peces.
Es una enfermedad con alto índice de mortalidad, principalmente en alevines, afectando principalmente a ciprínidos, pecílidos y laberíntidos.
SINTOMAS
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Cómo se ha dicho anteriormente forman unos quistes de aspecto blanquecino, teniendo un tamaño de 0 ‘013mm, la gran cantidad de quistes y su pequeño tamaño hace que la piel de los peces parezca de terciopelo, por eso esta enfermedad es conocida como “Velvet” o “enfermedad del terciopelo”, pudiendo ser de un color amarillento o grisáceo dependiendo del protozoo concreto que produzca la enfermedad.
Uno de los principales problemas de esta enfermedad es que en su fase inicial puede pasar desapercibida. Uno de los primeros síntomas es que los peces pueden frotarse contra algún objeto para intentar retirar los parásitos. En estado avanzado los peces pueden adelgazar, sus ojos pueden tener un aspecto nublado o incluso pueden desprendérsele pequeñas partes de piel.
Esta enfermedad es muy contagiosa por lo que trataremos aislar los peces afectados y maximizar las medidas de seguridad para no contagiar otros acuarios.
PREVENCION
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Lo mejor es la prevención, controlar los acuarios y las condiciones del agua ya que si no son buenas se favorece su aparición. Los cambios de agua periódicos sifonando bien los restos que pueda haber en el acuario son imprescindibles. Los fuertes cambios de temperatura, la bajada de defensas, el estrés o introducir peces y plantas que puedan estar contagiados son las principales causas de su aparición.
TRATAMIENTOS
Cómo en muchas de las enfermedades de los acuarios hay varias maneras de hacerle frente, aunque varía mucho dependiendo de si la enfermedad está en un estado avanzado o en fase inicial. Es recomendable separar los peces más afectados a un acuario independiente aunque se deben tratar los dos acuarios.
Para peces poco afectados se puede subir la temperatura a 30ºC, añadir 5 gr de sal por litro de agua y realizar cambios de agua totales diarios durante 4 o 5 días. Se puede mantener esta temperatura durante unos días mal y seguir añadiendo un poco de sal a modo preventivo. En acuarios que no tienen sistema de filtración habrá que poner aireación. La luz debe reducirse, incluso dejarse a oscuras ya que estos protozoos tienen clorofila y de esta manera impedimos que realice la fotosíntesis y se debilite.
Hay en el mercado cantidad de productos para tratar esta enfermedad, medicamentos que nos indicarán en sus prospectos cómo aplicar el tratamiento por lo que no merece la pena profundizar en el tema.
LA PRACTICA
Vista un poco la teoría vamos con un caso práctico, que ha sido el motivo por el que se escribe este artículo, para contar un caso real con un tratamiento concreto.
Los peces afectados fueron unos Nothobranchius guentheri, es conocido por todos los “killiofilos” la propensión de este género al Oodinium.
Estos peces pasaron por unos cuantos viajes en poco tiempo, con sus consiguientes aclimataciones, cambios de temperatura, transportes y el inevitable estrés. Una maravillosa oportunidad para este protozoo.
Detectado el problema, un poco más tarde de lo deseado pues para adaptar a los peces y reducir el estrés los primeros días habían estado con muy poca luz en el acuario, lo comentamos entre varios compañeros de afición y Alejandro Mateos, gran experto en acuariofilia y killis, sugirió el siguiente tratamiento, recurrir al shock osmótico paulatino por tratarse de ejemplares jóvenes, reforzando el tratamiento con un medicamento.
Shock osmótico. Consiste en poner a los peces afectados en un recipiente con agua y sal con una concentración de 6 a 8 cucharaditas por litro durante 3 o 6 minutos. Vigilando en todo momento por si el pez deja de moverse, momento en que debe ser interrumpido el tratamiento. Este procedimiento tiene su riesgo pero es muy eficaz y no debe ser utilizado con alevines.
En lugar de hacer el tratamiento como se ha explicado anteriormente, que es la forma habitual de hacerlo, Alejandro Mateos sugirió hacerlo de manera paulatina, como medida de precaución y más teniendo en cuenta que eran peces jóvenes. Ir pasando los peces por varios recipientes con distinta cantidad de sal para que el pez se adapte mejor hasta llegar al recipiente con mayor cantidad de sal y que mueran los parásitos.
Se utilizará sal marina que no sea yodada.
A – 1 litro de agua con 2 cucharaditas de sal
B – 1 litro de agua con 4 cucharaditas de sal
C – 2 litro de agua con 6 cucharaditas de sal
El procedimiento y tiempo es el siguiente:
En periodos de 1 minuto pasar los peces por los diferentes recipientes.
A – B – C – B – A
Regresando al agua del acuario.
El tratamiento se realizó primero con el macho y luego con la hembra, el comportamiento de los peces fue el mismo, en los recipientes A y B los peces bajaron su actividad física, pero al pasarlos al recipiente C, a los 10 segundos los peces se quedaron inmóviles, devolviéndoles rápidamente al recipiente B un minuto y luego al recipiente A otro. Los peces se recuperaron rápidamente.
Después del tratamiento los peces parecían otros, en la siguiente fotografía puede verse la gran diferencia con las fotografías anteriores.
© Neli Martín. Der. Res.
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Este tratamiento se reforzó añadiendo eSHa 2000 durante tres días según las indicaciones del medicamento, realizando cambios de agua casi totales los tres días siguientes que duró el tratamiento del medicamento y subiend
o la temperatura a 30º. La temperatura se ha mantenido en el acuario a 30 grados unos 15 días más y los cambios de agua semanalmente de manera habitual. Reforzando con eSHa optima y eSHa minaroll, además de meter una hoja de terminqlia cattapa para ayudar a la regeneración de las mucosas y con 1gr de sal por litro.
La hembra tenía las aletas bastante tocadas pero en pocos días las recuperó y empezó a ganar peso.
Además de esta pareja afectada había otro macho que estaba menos afectado al que no se sometió al shock osmótico pero eí esto del tratamiento fue el mismo. Aunque pasados unos días aparentemente no mostraba síntomas se fue debilitando y en pocos días murió.
Pasado un mes de todo esto la pareja estaba completamente recuperada y,úsiendo jóvenes, en su primera turba había casi 100 huevos.
Textos e imágenes: Neli Martín. Der. Res.